Salvia nemorosa.

Esta planta pertenece a la familia de las Lamiaceae y lo componen unas 1.000 especies de arbustos y plantas herbáceas originarios del Mediterráneo, Asia y del Sur y el Centro del continente americano.

Conocida también como Salvia x sylvestris y el nombre vulgar de Salvia de bosque. Procede de la cuenca mediterránea y el este de Europa. Existen más de 6 variedades o cultivares.

Son plantas herbáceas aromáticas de tallos erectos que pueden medir 50-60 cm de altura. Las hojas son oblongas y de color verde vivo en el haz y gris en el envés. Las flores surgen en densas inflorescencias y pueden ser de color azul, púrpura, rosas o blancas, según la variedad. Florecen desde la segunda mitad de la primavera hasta casi finales de verano.

Son ideales para huerto, en jardines rústicos, para borduras y en macetas y jardineras para patios, balcones y terrazas. Posee propiedades medicinales como cicatrizante, antiinflamatoria y antiséptica, entre otras, pero se cultiva más como ornamental que como aromática.

Son plantas de pleno sol aunque también prospera bien en semisombra. Tienen buena resistencia a las heladas y al calor intenso del verano mediterráneo.

El suelo en el que las plantemos, deberá drenar muy bien y contener abundante materia orgánica que lo haga fértil. El trasplante de maceta se recomienda hacerlo a principios de la primavera.

Resiste muy bien a la sequía por lo que se regarán de forma moderada esperando a que la tierra esté bien seca. A principios de la estación primavera es recomendable hacer un ligero abonado a base de materia orgánica como compost o estiércol.

Conviene podarlas tras la floración para eliminar flores y hojas marchitas. Son plantas que resisten a las habituales plagas y enfermedades pero pueden ser víctimas de hongos si nos excedemos con el agua.

Se propagan mediante esquejes tomados de la punta de las ramas durante la primavera o el verano.