Rúcula.

¿Quiere añadir un toque de pimienta a sus ensaladas? Adórnelas con un poco de rúcula (Eruca sativa). No sólo es una planta de hoja verde de rápido crecimiento, sino que puede plantarse en el jardín o en macetas. La rúcula se siembra mejor en primavera u otoño (tolera el frío) y estará lista para la cosecha en sólo seis o siete semanas; incluso puedes comer las hojas tiernas después de unas dos semanas.

El sabor de la rúcula es mejor cuando se cosecha joven, por lo que hay que seguir cortando las hojas para obtener una buena cosecha. Para cultivar con éxito la rúcula a partir de semillas, sólo tienes que seguir nuestra práctica guía.

Cómo sembrar semillas de rúcula

Elige un lugar soleado de tu jardín y asegúrate de que la tierra tenga un buen drenaje. Antes de plantar las semillas de rúcula, cava un poco de abono fino y un poco de fertilizante para preparar la tierra.

Marca una hilera de unos 3 mm de profundidad y 1-2 m de longitud. Siembra con cuidado las semillas de rúcula en una línea fina a lo largo de la hilera, espaciando lo más uniformemente posible. Cubre ligeramente con una mezcla para el cultivo de semillas (disponible en bolsas), luego presiona y mantén la tierra húmeda. Plantar las semillas cada pocas semanas te asegurará un suministro continuo.

Abona semanalmente con un alimento líquido completo para plantas, como Yates Thrive Soluble All Purpose Plant Food o Seasol PowerFeed for Vegies.

Recorte las plantas hasta el nivel del suelo una vez que hayan alcanzado su tamaño completo, unas 7 u 8 semanas después de la plantación. De este modo, se fomenta el crecimiento de nuevos brotes. Vuelve a alimentarlas con un abono líquido para promover un crecimiento vigoroso y más cosechas.

Puedes plantar las semillas en macetas y trasplantarlas al jardín cuando alcancen 5-7 cm. No olvides etiquetar las macetas, por si se te olvida lo que hay dentro.