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Cupressus sempervirens o ciprés común es una conífera que forma parte tanto del paisaje Mediterráneo como de nuestros jardines tanto solos como en la realización de setos.
Cupressus sempervirens o Ciprés común es una conífera de denso follaje, perteneciente a la familia de las cupressaceaes.
Su estilizada silueta en forma de lanza forma parte del paisaje Mediterráneo.
Es un árbol longevo, de crecimiento más bien lento, resistente a la sequía, al frío y heladas y al viento.
Es recomendable regar regularmente y abonar con abono específico, para su mejor desarrollo.
Se adapta mejor a climas calurosos, de veranos secos e inviernos de temperaturas suaves.
Sembrar en casi cualquier tipo de suelo, especialmente calcáreos pero no salinos o encharcados.
Para la realización de setos recortar ligeramente con frecuencia.
No mantener encharcada la tierra o regar demasiado ya que corre el riesgo de desarrollar hongos, especialmente el "amarronamiento del ciprés".
Evitar esta enfermedad con tratamientos fungicidas aplicados en primavera y otoño y controlando los riegos.
Regar con frecuencia hasta que sus raíces queden bien establecidas, después espaciar los riegos.
Regar más abundantemente durante los meses más calurosos.
Al sembrar:
Intentar que al sembrar las raíces no sufran.
En algunos casos es conveniente entutorar para que no se doblen.
Las variedades más utilizadas son:
- Pyramidalis
- Stricta
- Totem
- Horizontalis
Cupressus sempervirens o ciprés común es una conífera que forma parte tanto del paisaje Mediterráneo como de nuestros jardines tanto solos como en la realización de setos.