¿Te vas de vacaciones? Descubre cómo regar las plantas sin estar en casa

Posted By: Manuel Gaviño In: Guías de plantas Comment: 0 Hit: 1004

¿Te vas de vacaciones y no tienes a nadie que te riegue las plantas? Con estos trucos se mantendrán sanas e hidratadas mientras estás fuera de casa

Ya lo tienes todo listo para irte de vacaciones.

Has reservado el hotel, has imprimido los billetes, las maletas están preparadas… pero ¿y tus plantas? ¿Qué vas a hacer con ellas mientras no estás?

Lo ideal sería tener a una persona de confianza que las riegue por ti mientras estás fuera, pero si no es tu caso no te preocupes.

En este artículo te vamos a dar varias ideas para regar tus plantas aunque no estés en casa durante unos días.

Vamos allá.

Regar las plantas sin estar en casa: Cómo mantenerlas hidratadas y sanas mientras estás de vacaciones

Un truco muy habitual es regar abundantemente las plantas justo antes de irte de vacaciones.

Esta idea está bien… pero cuidado:

  • Si la riegas hasta el punto de saturar la tierra de agua, puedes acabar dañando las raíces (sobre todo en plantas más sensibles al exceso de humedad).
  • Y si tienes pensado estar fuera mucho tiempo, este truco no te servirá.

Para mantener tus plantas bien regadas durante unos días y encontrarlas vivas y sanas a la vuelta, prueba alguno de los trucos de esta lista:

1. Riego por capilaridad

Empezamos por uno de los más simples y económicos: el riego casero por capilaridad.

Lo único que tienes que hacer es coger un cordel (mejor si es grueso) e introducir un extremo en el sustrato, y el otro en una botella o recipiente con agua. Así, el agua trepará por el cordel e irá empapando la tierra gradualmente.

Si usas una botella llena, con este truco tus plantas pueden aguantar bastante tiempo sin que las riegues.

Es una buena opción si:

  • Tienes pocas plantas que regar (mínimo necesitas una botella por cada una).
  • Las macetas son pequeñas (con este sistema, el agua tarda un tiempo en llegar a todo el sustrato, por lo que no es la mejor opción para maceteros o plantas enterradas en el suelo).

Seguimos.

2. Botella de plástico

Este truco es un clásico.

En lugar de introducir un cordel, metes directamente la botella en la tierra. Tienes dos opciones:

  • Enterrar todo el cuerpo de la botella y dejar la boquilla al aire: en este caso tienes que hacer pequeños agujeros en el plástico por los que el agua irá saliendo. Lo bueno de este sistema es que puedes rellenar la botella sin desenterrarla, pero a cambio tendrás que hacer un agujero profundo.
  • Enterrar la boquilla en la tierra: con este método el agua se agotará un poco más rápido, pero si vas a estar fuera una o dos semanas no será un problema.

De nuevo, si tienes un jardín con muchas plantas esta opción puede no ser la más adecuada.

3. Bombillas de riego

Una versión más “profesional” del método anterior.

Las bombillas de riego consisten en un recipiente de cristal (algunos son redondos, pero otros tienen formas de animales o similar) que se llena de agua. Del recipiente sale una pata alargada que se clava en la tierra, y que tiene un orificio por el que el agua va saliendo poco a poco.

Lo bueno de este sistema es que es mucho más decorativo que usar una botella. Además, como el agujero por el que sale el agua es más fino, también se dosifica mejor.

Lógicamente, el inconveniente es que tienes que gastar dinero (mientras que en el caso anterior puedes usar botellas recicladas).

4. Envuelve las plantas en plástico

Una opción muy buena para plantas que necesitan mucha humedad ambiental, como las tropicales.

Este sistema consiste en meter las plantas en una bolsa de plástico (también vale una botella de las grandes) y dejar un recipiente con agua en la base. Así, el sol hará que el agua se evapore, y se formarán gotitas de condensación por todo el interior de la bolsa.

Por así decirlo, es como si hicieras un invernadero (o una selva tropical) en miniatura.

5. Conos de cerámica

Estos conos se hacen con un material poroso, que deja pasar el agua.

La parte fina del cono se clava en la tierra de la maceta, mientras que en la parte ancha se pone una botella o algún otro recipiente a través del cual recibe agua de forma continua.

Así, el agua se queda acumulada en el cono y poco a poco va llegando a la tierra.

6. Bolas de hidrogel

Si tienes muchas plantas que regar durante tus vacaciones, esta puede ser la mejor opción.

Las bolas de hidrogel están hechas de un material que retiene el agua. Al sacarlas del paquete, tienes que introducirlas en un recipiente con agua y dejar que se hidraten durante una media hora (¡ojo, que crecen un montón!).

Luego las pones en el sustrato, y el agua que han absorbido se va liberando poco a poco.

Además, una vez se sequen puedes rehidratarlas y volverlas a usar.

7. Macetas de autorriego

Si no te importa invertir un poco más para mantener a tus plantas sanas, puedes comprar macetas de autorriego.

Estas macetas son hondas y cuentan con un depósito de agua en el fondo. Así las raíces pueden ir absorbiendo el agua que necesitan.

Las hay de diferentes tamaños, desde macetas pequeñas hasta maceteros en los que puedes colocar varias plantas a la vez.

Un consejo extra: elige plantas de bajo mantenimiento

Algo que siempre recomendamos es priorizar las plantas autóctonas de tu zona. Como están adaptadas al clima, son más independientes y pueden sobrevivir incluso con las precipitaciones habituales.

Pero además, si sueles irte de vacaciones todos los años, una forma de irte más tranquilo es elegir plantas que requieran bajo mantenimiento.

Nos referimos a algunas como:

  • Cactus y suculentas.
  • El romero.
  • La lavanda.
  • El azahar de la China.
  • La gazania.
  • Etc.

Todas estas plantas están adaptadas a soportar largos periodos de sequía, por lo que si tienes que irte durante un par de semanas de vacaciones, casi ni se enterarán.

Si quieres más ideas, aquí te dejamos una lista completa de plantas de bajo mantenimiento.

Y si tienes más dudas sobre cómo cuidar tus plantas o cuáles elegir, ya sabes que puedes ponerte en contacto con nosotros y te orientaremos encantados.

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