Guía de cuidados del cyclamen: descubre cómo tener un jardín lleno de flores todo el otoño

Posted By: Manuel Gaviño In: Cuidado de plantas Comment: 0 Hit: 1061

¿Conoces los cuidados que necesita el cyclamen? Te los contamos aquí.

Es una de las flores estrella del otoño.

Cuando llega el frío y el resto de plantas entra en su periodo de letargo, el ciclamen les toma el relevo y desarrolla sus flores en multitud de colores (desde el rojo hasta el rosa y el fucsia, pasando por el blanco).

Pero ¿tienes claro cómo cuidarla?

¿Sabes, por ejemplo, cómo regarla de la manera correcta para darle el agua que necesita sin dañar el bulbo?

¿O qué hacer si notas que sus flores se marchitan antes de tiempo?

Y sobre todo, ¿sabes cómo mantenerla para que la misma planta te dure de un año para otro?

Si alguna de estas preguntas te ha creado dudas, entonces este artículo te interesa.

Aquí vamos a explicarte en profundidad cómo cuidar tu ciclamen para que se mantenga sano y te dure mucho tiempo.

Coge algo para apuntar, que empezamos.

Los cuidados esenciales del ciclamen: riego, temperatura, exposición al sol… (+2 consejos extra)

Empecemos por presentar al protagonista de este post como es debido:

El nombre de “cyclamen” comprende a una amplia variedad de plantas bulbosas (más de 20 especies en total) que crecen en las zonas boscosas del mediterráneo oriental.

Dicho así podrías pensar que esta planta está bien adaptada a las temperaturas suaves propias de esta zona geográfica.

Y sí, lo está… pero de una manera un poco diferente a otras plantas.

El ciclamen es una especie que adora el frío. Así, su periodo de floración se produce entre el otoño y el invierno, mientras que en la primavera y el verano el ciclamen entra en letargo.

Esto la convierte en una planta ideal para tener en el jardín en otoño.

Aclarado esto, vamos a ver algunos cuidados que debes tener en cuenta.

1. Ubicación: ¿exterior o interior?

Cualquiera de las dos.

Al provenir de un clima muy parecido al nuestro, el ciclamen puede vivir perfectamente si lo sembramos en el jardín (siempre que elijamos muy bien el sitio).

Pero por otro lado, esta planta no es una especial amante del sol. Eso significa que también puede adaptarse a vivir en el interior sembrada en una maceta.

Así que todo depende del espacio que tengas y de tus preferencias.

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Consejo extra: el ciclamen es una planta tóxica para animales y humanos. Aunque ingerirla no es grave, sí puede producir diarreas y vómitos (sobre todo si se ingiere el bulbo). Así que si tienes niños o mascotas, es preferible que cultives tu ciclamen en una maceta y fuera de su alcance.

2. Temperatura

Como te decíamos, el ciclamen reacciona de una manera un poco especial ante los cambios de temperatura.

Su rango ideal para florecer está entre los 5º C y los 15º C. Por encima de los 16 °C, la planta entenderá que está llegando su época de letargo y desechará sus flores.

Si la cultivas como planta de interior y quieres alargar la floración, es importante que la mantengas lejos de fuentes de calor (como radiadores) y de habitaciones que suelan mantenerse cálidas.

Por ejemplo, puedes ponerla en la cocina (donde no solemos poner la calefacción) o en un pasillo.

Aunque también hay otro truco.

Para que la planta esté expuesta al frío y así sus flores duren más, puedes sacarla al exterior unas horas a lo largo del día.

Colócala en el alféizar de la ventana o en un balcón, donde esté resguardada de lluvias intensas o incluso de heladas, si vives en una zona muy fría.

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3. Exposición a la luz

El ciclamen no se lleva bien con el sol.

Si la siembras en exterior, asegúrate de colocarla en un lugar donde reciba luz indirecta. De lo contrario, la exposición directa al sol podría quemar sus hojas.

Además, hay otro problema.

Durante el otoño y el invierno, un exceso de luz podría hacer que el ciclamen piense que ha llegado el verano, y que por lo tanto es el momento de tirar sus flores y entrar en letargo.

Si la cultivas como planta de interior, solo tienes que colocarla en una habitación muy luminosa, a ser posible cerca de una ventana.

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4. Riego

El ciclamen es una planta que necesita mucha agua para vivir.

Sin embargo, no debemos olvidar que sigue siendo una especie bulbosa; por lo tanto, el exceso de riego es uno de sus mayores enemigos.

Un sustrato encharcado hará que el bulbo se pudra y la planta acabe muriendo.

Lo ideal con este tipo de plantas es realizar un riego por inmersión: llenas un recipiente con agua y sumerges en él la maceta para que la planta absorba el agua por capilaridad a través de las raíces.

Al cabo de 5 o 10 minutos más o menos, retira la maceta del agua y colócala en un plato con grava para que se drene el exceso de agua.

De esta manera la planta recibirá toda el agua que necesita y no correrás el riesgo de que el sustrato se quede encharcado.

Repite el proceso cada vez que notes que la tierra de la maceta empieza a secarse.

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5. Sustrato

Decíamos que al ciclamen le gusta estar en un suelo siempre húmedo, pero no encharcado.

Y para lograr este delicado equilibrio, contar con un sustrato con buen drenaje es imprescindible. Lo habitual es utilizar una mezcla de turba y arena (y evitar las tierras arcillosas).

Por lo demás, es una planta poco exigente respecto a las condiciones del suelo.

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6. Abono

Si quieres que tu ciclamen mantenga sus flores durante mucho tiempo, lo mejor es que utilices un fertilizante específico para plantas en flor.

Este tipo de fertilizante se aplica cuando la planta comienza su periodo de floración (lo notarás por la aparición de protuberancias o “botones florales”).

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7. Poda

Otro punto importante para alargar la floración del ciclamen es retirar las flores marchitas.

Estas les roban nutrientes a las flores sanas, por lo que es recomendable eliminarlas de manera regular.

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8. Reproducción del ciclamen

Hay dos maneras de lograr la reproducción de un ciclamen:

  • Por semillas: tras el periodo de floración, la planta genera unas cápsulas de semillas que puedes retirar y almacenar. La siembra se realiza a finales del verano y tarda en torno a un mes en germinar, pero la floración no se producirá hasta el año siguiente. Durante el mes de germinación el sustrato debe estar siempre húmedo y a una temperatura de entre 18 °C y 22 °C idealmente.
  • División del bulbo: otra opción es separar los bulbillos o “hijuelos”, unas protuberancias que nacen alrededor del bulbo de la planta, y sembrarlos como si fueran semillas.

Ambas opciones sin interesantes pero requieren un seguimiento continuo de la evolución de la planta durante las primeras semanas.

Consejo extra 1: Mi ciclamen tiene hojas y/o flores marchitas, ¿es grave?

Depende.

Si ves que tu planta tiene algunas flores que empiezas a marchitarse pero otras se mantienen sanas, es normal.

Como te decíamos, a lo largo de su ciclo de floración algunas flores van muriendo, y simplemente tienes que podarlas como te explicábamos antes.

Cuestión distinta es que ese marchitamiento afecta a todas las flores o incluso a las propias hojas de la planta. 

Hay varios motivos por los que puede ocurrir esto, pero en la inmensa mayoría de los casos el problema es un exceso de riego. Comprueba que el sustrato drena bien, que no hay zonas encharcadas y que el bulbo se encuentra en buen estado.

Si te ocurre, deja que el sustrato se seque durante unos días antes de volver a regar.

Consejo extra 2: ¿Cómo puedo conservar mi ciclamen de un año para otro?

Otra duda muy común es esta.

Todas las variedades de ciclamen son plantas perennes, lo que significa que mantienen sus hojas incluso durante el periodo de letargo.

Para eso simplemente tienes que tener en cuenta los consejos que te hemos dado:

  • Riega la planta con frecuencia, mejor con inmersión.
  • Mantenla en un lugar fresco (muy importante durante el verano) y donde reciba luz indirecta.
  • Poda las ramas que se vayan quedando marchitas para que no le roben energía a la planta.

Con estos cuidados verás que tu ciclamen vuelve a florecer al llegar al invierno.

Otra opción es sacar el bulbo de la tierra y conservarlo hasta el siguiente otoño.

Lo que tienes que hacer en este caso es limpiarlo muy bien, podarlo y guardarlo en un lugar seco y oscuro (preferiblemente dentro de una bolsa para evitar que le afecte la humedad). Luego en otoño lo vuelves a sembrar con normalidad. 

Ahora ya sabes cómo cuidar de tu ciclamen para que te dure mucho tiempo

El ciclamen tiene fama de difícil.

Pero como ves, teniendo en cuenta unos cuidados sencillos es una planta muy fácil de cultivar y, sobre todo, muy agradecida.

De todas formas, recuerdas que si tienes cualquier duda puedes ponerte en contacto con nosotros.

Te ayudaremos encantados a cuidar de tus plantas.

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